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Introducción
¿Eres de esas personas que quiere dibujar algo solamente utilizando la imaginación? Si eres capaz de lograrlo, te felicito, porque yo no; al menos no desde hace algunos años, cuando decidí que quería hacer mejores dibujos y la imaginación dejó de ser suficiente para elaborar algo medianamente decente; no digo que no se pueda, porque sí se puede, pero a veces, tener un marco de referencia puede ayudarnos a plasmar esa idea que nos ronda la mente.
Las referencias como inspiración
Para quienes nos gusta dibujar, los modelos de referencia son la materia prima para crear algo nuevo, pues nos permite re-interpretar la realidad basándonos en algo existente y tangible; tomar cosas de la realidad como edificios, vehículos, animales o personas, ciertamente es algo que ayuda a tener una idea clara de lo que se quiere hacer y sobre todo, evitar tener que re-inventar cosas que ya existen, porque no veo a un ingeniero en electrónica reinventando el transistor para armar un circuito integrado, o a un médico haciendo experimentos para descubrir nuevamente la penicilina.
No importa lo que deseemos crear, esto siempre estará sujeto a la realidad de una u otra forma, por ejemplo, sé que ya notaron que me encanta dibujar mujeres, es un gusto que he tenido desde hace mucho tiempo, y para poder mejorar en mi técnica debo observar cómo es el cuerpo femenino, y para eso no basta solo imaginarlo, hay que verlo, observar cada parte de este para memorizarlo e interiorizarlo y después trasladarlo al lienzo, ya sea físico o digital.
El portafolio de referencias
Es sumamente importante tener un buen portafolio de referencias, pues entre más variado y detallado sea, nos permitirá inspirarnos con más facilidad a la hora de querer hacer un dibujo, sobre todo, cuando se nos dificulte algo en específico, como las poses, en donde la forma en que los músculos del cuerpo se contraen para adoptar una posición específica, puede ser la diferencia entre un dibujo con apariencia natural o ver un maniquí de estantería, y eso es algo que no se puede hacer solo con imaginación, sino observando e interiorizando lo que sucede con el cuerpo cuando hace una pose.
Siempre que voy a empezar un nuevo dibujo, tomo referencias aproximadas a lo que quiero hacer: pose, color de piel, cabello, forma de los ojos, etcétera, sin eso, sería mucho más difícil iniciar, pues siempre hay algo que se escapa a la imaginación y eso no permitirá que mejoremos.
Pero ¿cómo armar un portafolio de referencias propio? No hay mucha ciencia en eso, lo único que considero necesario es organizarlo bien, para evitar problemas a la hora de elegir una buena referencia, por ejemplo, una buena manera de organizar un portafolio de referencias podría ser la siguiente:
- Personas.
- Poses.
- Anatomía.
- Anatomía femenina.
- Anatomía masculina.
- Cabello.
- Tipos.
- Peinados.
- Animales.
- Aves.
- Equinos.
- Caninos.
- Felinos.
- Vegetación.
- Árboles.
- Arbustos.
- Flores.
- Construcciones.
- Casas.
- Almacenes.
- Edificios.
- Castillos.
- Vehículos.
- De carga.
- Civiles.
- Militares.
Puedes hacer la organización que desees, siempre que te sea útil, no importa si otra persona no la entiende, con que tú la entiendas es más que suficiente. Obviamente, estas referencias deben ser fotográficas, pues, aunque tomar como referencia otros dibujos puede ser útil, es mejor hacerlo de algo real, pues cuando se dibuja algo, se suele estilizar para darle la estética particular de cada artista.
Conclusión
Una vez que se tiene una referencia clara, es mucho más sencillo comenzar, pues se tiene una base sólida sobre la cual apoyarse; por eso te digo: Que no te de vergüenza tomar referencias para inspirarte, porque hasta los artistas más talentosos lo hacen ¿Y alguien se burla de ellos por eso? No lo creo.
Para terminar, te dejo enlaces a algunas galerías de referencias para dibujar el cuerpo humano, que en mi caso, me han ayudado para mejorar mi estilo:
https://www.deviantart.com/senshistock